lunes, 2 de diciembre de 2013

Estilo Industrial - Fantoni - Aragon



Los nuevos tipos de vivienda, sobretodo los lofts, han propiciado que el gusto por el metal de las ventanas, tubos y fustes ya no sea cosa de minorías. El estilo industrial se adapta así al look más urbano y radical de los amantes de la ciudad.
Esta tendencia lleva ya varios años dando vida a pisos pequeños, casas antiguas de techos altos e incluso bares, gracias a la cual consiguen ganar espacio aprovechando la estructura del edificio. Cierto es que el minimalismo implícito en sus espacios diáfanos, fríos y apenas sin objetos decorativos, puede hacer que aparente ser un todo sin vida, pero nada más lejos de la realidad: el estilo industrial busca la calidez que aporta la entrada de luz por grandes ventanales y el orden, de unas formas geométricas rectas y sin florituras. 
Las casas decoradas con este cada vez más demandado estilo combinan materiales como el metal, el aluminio o el cemento, mientras que la madera apenas tiene cabida. Esto hace los colores principales sean el metálico y el blanco. El negro también surge con frecuencia, dando un toque de fuerza, de sobriedad compacta.
Además de los techos altos, la escasez de tabiques y los amplios ventanales, es característico de este estilo que las cocinas estén integradas en el cuerpo modular de la casa, a la manera americana.
En definitiva, otra posibilidad decorativa que ensalza las formas puras y básicas de tu vivienda, prima el espacio y los pocos lujos decorativos, busca la luminosidad e integra todo en uno, sin compartimentar. ¿Te atreves a vivir en una nave industrial o a decorar tu loft sólo con sus muros y ladrillos?

Origen del estilo industrial

Esta tendencia de carácter urbano, que ensalza las formas y los materiales básicos de las estructuras de la vivienda, se está poniendo cada vez más de moda. Pero lo cierto es que el estilo industrial no es una opción decorativa que haya surgido hace poco.
Su origen lo encontramos en los años 50’ del siglo pasado, en la próspera e industrial ciudad de Nueva York. Allí, los altos precios de los apartamentos hicieron que tanto artistas como inmigrantes que buscaban una oportunidad en la “tierra de la libertad”, decidieran acomodarse en las zonas comerciales e industriales de grandes fábricas. De esta forma, se acomodaron a los grandes espacios diáfanos y estructurales de sus nuevas viviendas, aprovechando la iluminación y la libertad que no podían conseguir de otra forma, además de un alquiler asequible.
Ahora, por contra, la demanda de estos lofts se ha incrementado por su condición vanguardista, moderna y de alto nivel.

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